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Pruebas para enfermedades hepáticas en niños

Niña y su madre en una sala de examinación. La proveedora de atención médica está preparando todo para tomar una muestra de sangre del brazo de la niña.
Blood may be taken and tested to check how your child’s liver is working.

En esta hoja, se describen algunas pruebas comunes que se realizan para el diagnóstico o el tratamiento de problemas hepáticos. El proveedor de atención médica de su hijo le dirá cuáles son las pruebas que necesita.

Pruebas para examinar el hígado

Hay muchas pruebas que pueden examinar el estado y el funcionamiento del hígado. También pueden usarse para observar el estado o el funcionamiento de los órganos y los tejidos relacionados con él, como la vesícula biliar o los conductos biliares. Dichas pruebas incluyen las siguientes:

  • Biopsia del hígado. Es un procedimiento para determinar si hay daños en el tejido hepático. Se utiliza una aguja para extraer una muestra pequeña de tejido del hígado, la cual se examina en el laboratorio para determinar si hay signos de inflamación, formación de tejido cicatricial u otros problemas.

  • Tomografía computarizada. Es una serie de radiografías que muestra una imagen tridimensional del hígado y de la vesícula biliar. Mediante este estudio, se puede determinar si hay cálculos, abscesos, vasos sanguíneos anormales o tumores.

  • Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE). Es un procedimiento que puede mostrar si hay obstrucción o estrechamiento de los conductos biliares. Se introduce un endoscopio (un tubo pequeño y flexible) por la boca, y se pasa a través del esófago y del estómago hasta llegar a la parte superior del intestino delgado, allí donde se unen los conductos biliares con el intestino. Se envía un tinte de contraste a través del endoscopio para facilitar la visualización de los conductos biliares en las radiografías. El proveedor de atención médica puede tomar muestras de tejido o de líquido mediante instrumentos introducidos en el endoscopio. Dichas muestras se envían a un laboratorio para ser examinadas.

  • Gammagrafía hepatobiliar con ácido iminodiacético. Se utiliza para examinar la función de la vesícula biliar o del hígado de su hijo. Se inyecta en el cuerpo un líquido conocido como trazador o marcador radiactivo. A medida que este líquido se desplaza a través del hígado hacia la vesícula biliar y el intestino, puede verse en la gammagrafía. El trazador muestra dónde hay ausencia o bloqueo de los conductos biliares y otros problemas.

  • Colangiopancreatografía por resonancia magnética (CPRM). Es una prueba de diagnóstico por imágenes en la que se utilizan campos magnéticos potentes para crear imágenes de los conductos biliares, el páncreas y la vesícula biliar. Puede detectar conductos biliares anormales o estrechos o cálculos biliares.

  • Ecografía. También se conoce como sonografía. Se utilizan ondas sonoras para obtener imágenes del hígado. Puede mostrar fugas de bilis que salen del hígado (extravasaciones de bilis) y cálculos biliares.

Análisis de sangre para vigilar el estado del hígado

Pueden tomar una pequeña muestra de sangre para medir el nivel de las siguientes sustancias:

  • Alfafetoproteína (AFP). Normalmente, la alfafetoproteína es alta en los recién nacidos. Pero en niños mayores, un nivel alto de alfafetoproteína en la sangre puede ser un signo de cáncer de hígado.

  • Albúmina. La albúmina es una proteína producida por el hígado y puede medirse mediante un análisis de sangre. Cuando una persona tiene una enfermedad hepática, el nivel de albúmina en la sangre (albúmina sérica) suele ser bajo.

  • Fosfatasa alcalina (FA). Es una enzima producida en el hígado y en los huesos. Puede medirse mediante un análisis de sangre. Un nivel alto de esta enzima puede significar la existencia de un problema en los conductos biliares del hígado.

  • Alanina aminotransferasa (ALT). Es una enzima producida por el hígado. Cuando el hígado está dañado, dicha enzima pasa a la sangre. Si un análisis de sangre detecta un nivel alto de alanina aminotransferasa, puede ser un signo de problemas hepáticos como inflamación, formación de tejido cicatricial o un tumor.

  • Amoníaco. El amoníaco es una sustancia dañina que queda en la sangre después de la digestión. Normalmente, el hígado elimina el amoníaco de la sangre y lo convierte en urea, la cual es expulsada del cuerpo con la orina. Si un análisis de sangre muestra que el nivel de amoníaco es demasiado alto, significa que este proceso no está ocurriendo como debería.

  • Aspartato aminotransferasa (AST). Es otra enzima producida por el hígado. Un nivel alto de esta enzima indica la existencia de lesiones en el hígado, especialmente si también hay un nivel alto de alanina aminotransferasa.

  • Bilirrubina. Es una sustancia amarilla que se produce por la descomposición de los glóbulos rojos. El hígado recoge esta sustancia y la expulsa del cuerpo con las heces. Cuando hay algo que no funciona bien en el hígado o en los conductos biliares, la bilirrubina puede acumularse en el cuerpo. Esto produce una coloración amarillenta en la piel y en el blanco de los ojos (ictericia). La bilirrubina se puede medir de dos maneras: bilirrubina total y bilirrubina directa. Un nivel alto de bilirrubina total significa que el hígado no está descomponiendo la bilirrubina. Un nivel alto de bilirrubina directa indica la existencia de una obstrucción en los conductos biliares.

  • Hemograma completo (HC). Es una prueba en la que se miden los niveles de todos los componentes de la sangre (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas). Los resultados anómalos de estos análisis pueden ser un signo de infección o enfermedad. También pueden indicar la existencia de un problema en el bazo. Este es un órgano cercano al hígado que puede verse afectado por las enfermedades hepáticas.

  • Ácidos grasos esenciales. Son nutrientes importantes para el cuerpo. Los niveles de estos nutrientes pueden ser bajos cuando hay una enfermedad hepática que le impide al hígado absorber y transportar correctamente dichos ácidos.

  • Gamma glutamil transpeptidasa (GGT). La gamma glutamil transpeptidasa es una enzima que suele medirse junto con otras enzimas para evaluar los problemas del hígado. Se mide mediante un análisis de sangre. Un nivel alto de fosfatasa alcalina y de gamma glutamil transpeptidasa en la sangre significa que los conductos biliares del hígado pueden estar dañados u obstruidos.

  • Glucosa. Es el nivel de azúcar en la sangre. Un hígado sano ayuda al cuerpo a mantener un nivel normal de glucosa. Si un análisis de sangre indica que el nivel de glucosa es bajo, esto puede significar que el hígado no está funcionando correctamente.

  • Tiempo de protrombina (TP). Es un análisis que mide la capacidad de coagulación de la sangre. El hígado produce una proteína que facilita la coagulación de la sangre. En ese caso, los problemas de coagulación pueden ser un signo de enfermedad hepática. Parte de este análisis de sangre es la llamada “relación internacional normalizada”. Mide los factores de coagulación producidos por la vitamina K.

  • Ácido biliar sérico (ABS). Es la cantidad de ácido biliar presente en la sangre. Un nivel alto de este ácido puede significar que los conductos biliares están bloqueados.

  • Vitaminas A, D, E y K. Son vitaminas solubles en grasa absorbidas por el hígado con ayuda de la bilis. Si un análisis de sangre muestra que los niveles de estas vitaminas son bajos, puede significar que el hígado del niño no las absorbe adecuadamente.

  • Zinc. Es un nutriente que se absorbe en el hígado. Si el análisis de sangre de su hijo muestra un nivel bajo de zinc, puede significar que el hígado no absorbe el zinc correctamente.

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