Pueden tomar una pequeña muestra de sangre para medir el nivel de las siguientes sustancias:
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Alfafetoproteína (AFP). Normalmente, la alfafetoproteína es alta en los recién nacidos. Pero en niños mayores, un nivel alto de alfafetoproteína en la sangre puede ser un signo de cáncer de hígado.
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Albúmina. La albúmina es una proteína producida por el hígado y puede medirse mediante un análisis de sangre. Cuando una persona tiene una enfermedad hepática, el nivel de albúmina en la sangre (albúmina sérica) suele ser bajo.
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Fosfatasa alcalina (FA). Es una enzima producida en el hígado y en los huesos. Puede medirse mediante un análisis de sangre. Un nivel alto de esta enzima puede significar la existencia de un problema en los conductos biliares del hígado.
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Alanina aminotransferasa (ALT). Es una enzima producida por el hígado. Cuando el hígado está dañado, dicha enzima pasa a la sangre. Si un análisis de sangre detecta un nivel alto de alanina aminotransferasa, puede ser un signo de problemas hepáticos como inflamación, formación de tejido cicatricial o un tumor.
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Amoníaco. El amoníaco es una sustancia dañina que queda en la sangre después de la digestión. Normalmente, el hígado elimina el amoníaco de la sangre y lo convierte en urea, la cual es expulsada del cuerpo con la orina. Si un análisis de sangre muestra que el nivel de amoníaco es demasiado alto, significa que este proceso no está ocurriendo como debería.
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Aspartato aminotransferasa (AST). Es otra enzima producida por el hígado. Un nivel alto de esta enzima indica la existencia de lesiones en el hígado, especialmente si también hay un nivel alto de alanina aminotransferasa.
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Bilirrubina. Es una sustancia amarilla que se produce por la descomposición de los glóbulos rojos. El hígado recoge esta sustancia y la expulsa del cuerpo con las heces. Cuando hay algo que no funciona bien en el hígado o en los conductos biliares, la bilirrubina puede acumularse en el cuerpo. Esto produce una coloración amarillenta en la piel y en el blanco de los ojos (ictericia). La bilirrubina se puede medir de dos maneras: bilirrubina total y bilirrubina directa. Un nivel alto de bilirrubina total significa que el hígado no está descomponiendo la bilirrubina. Un nivel alto de bilirrubina directa indica la existencia de una obstrucción en los conductos biliares.
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Hemograma completo (HC). Es una prueba en la que se miden los niveles de todos los componentes de la sangre (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas). Los resultados anómalos de estos análisis pueden ser un signo de infección o enfermedad. También pueden indicar la existencia de un problema en el bazo. Este es un órgano cercano al hígado que puede verse afectado por las enfermedades hepáticas.
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Ácidos grasos esenciales. Son nutrientes importantes para el cuerpo. Los niveles de estos nutrientes pueden ser bajos cuando hay una enfermedad hepática que le impide al hígado absorber y transportar correctamente dichos ácidos.
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Gamma glutamil transpeptidasa (GGT). La gamma glutamil transpeptidasa es una enzima que suele medirse junto con otras enzimas para evaluar los problemas del hígado. Se mide mediante un análisis de sangre. Un nivel alto de fosfatasa alcalina y de gamma glutamil transpeptidasa en la sangre significa que los conductos biliares del hígado pueden estar dañados u obstruidos.
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Glucosa. Es el nivel de azúcar en la sangre. Un hígado sano ayuda al cuerpo a mantener un nivel normal de glucosa. Si un análisis de sangre indica que el nivel de glucosa es bajo, esto puede significar que el hígado no está funcionando correctamente.
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Tiempo de protrombina (TP). Es un análisis que mide la capacidad de coagulación de la sangre. El hígado produce una proteína que facilita la coagulación de la sangre. En ese caso, los problemas de coagulación pueden ser un signo de enfermedad hepática. Parte de este análisis de sangre es la llamada “relación internacional normalizada”. Mide los factores de coagulación producidos por la vitamina K.
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Ácido biliar sérico (ABS). Es la cantidad de ácido biliar presente en la sangre. Un nivel alto de este ácido puede significar que los conductos biliares están bloqueados.
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Vitaminas A, D, E y K. Son vitaminas solubles en grasa absorbidas por el hígado con ayuda de la bilis. Si un análisis de sangre muestra que los niveles de estas vitaminas son bajos, puede significar que el hígado del niño no las absorbe adecuadamente.
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Zinc. Es un nutriente que se absorbe en el hígado. Si el análisis de sangre de su hijo muestra un nivel bajo de zinc, puede significar que el hígado no absorbe el zinc correctamente.